Soy fotógrafo profesional. Y tengo que parecerlo. Y aunque la tecnología de teléfonos móviles hayan avanzado de manera espectacular en los últimos 3 años con la incorporación de cámaras fotográficas en los terminales, no puedo llegar con el mío a una boda y realizar con él el reportaje fotográfico.

También es verdad que muchos me dicen: «Es que tu cámara es mejor que la mía», «Con esa cámara sacarás fotos brutales». Estas frases a los fotógrafos nos repatean mucho. Osea, que tú con una cámara mejor que la mía haces mejores fotos, no? Es decir, da igual mi formación contínua en fotografía y mis años de experiencia, que lo importante es la cámara, verdad?

Lo importante no es el equipo, sino el fotógrafo. Ya lo decía Ansel Adams: «Lo más importante de una fotografía está 20 centímetros detrás de la cámara».

Pero no puedo llegar a una boda con un teléfono móvil, no.

En la elección de mi equipo he sido extremadamente meticuloso. No me he fijado en el precio, sino más bien en su versatilidad a base de probar muchos equipos y estudiarlos bien antes de la compra. Pero no solo de la cámara, la también gama de objetivos, trípode, equipo de iluminación, e incluso la mochila de transporte.

Todo meticulosamente elegido, para obtener una gran nitidez en mi fotografía y sintiéndome también cómodo con él.

Y aquí te lo muestro:

Obviamente, todo esto cuenta con los complementos necesarios para su correcto funcionamiento, pero no lo pondré todo porque la lista sería interminable. Pero este es mi equipo principal. Y con el que parezco profesional.